El capitalismo tras su escalada totalitaria de las últimas décadas, está batiendo una cruzada contra la agricultura y la ganadería local, que, indudablemente, amplía el modelo agroindustrial, que es el que domina. Ya que las políticas llevadas a cabo por todas y cada una de las gestiones, tanto locales como comunitarias, favorecen a la industria agrícola en menoscabo de la agricultura local. Esta dualidad en deterioro de los pequeños labradores y a favor de las considerables corporaciones agrícolas, es sostenida y amamantada por las políticas del estado de confort, llamadas en un caso así Política Agraria Social (PAC). Los administradores prosiguen adelante estas prácticas extractivas que precisan una cantidad elevada de elementos naturales y que conduce al deterioro del territorio, aún en el instante crítico en el que estamos de cambio climático y sequía.
Tomamos, el reportaje “La vigorosa agricultura europea” para enseñar la situación de los labradores dependiendo del rincón donde cultivan, y de qué manera la administran los gobernantes de la política. Estos últimos a través de las subvenciones a los artículos agrícolas de europa causan la supresión del primer ámbito y la posterior inmigración de los indígenas de países africanos y de América latina hacia Europa y EE.UU. Si bien «La vigorosa agricultura europea» se enfoca en el perjuicio producido a los indígenas de países del sur, observamos que el abanico de perjudicados es considerablemente más extenso puesto que son todos y cada uno de los labradores pequeños y medios, más allá del rincón donde siembran, los que padecen las secuelas del régimen industrial. La política agrícola de la Red social Europea es un trasvase capital del dinero de los ciudadanos (impuestos) a las considerables compañías (subvenciones), sean agrícolas o no. De ahí que la PAC, adjuntado con otras causas, tiene un prominente nivel de culpa de la desaparición de los labradores que no forman parte en la agricultura industrial y también intensiva, que se ven forzados a dejar sus oficios y sus tierras. De ahí que resulta interesante que la situación que expone el reportaje ahora se vivió en nuestras tierras, con el etnocidio discreto de los campesinos. Solo dando una vuelta por la península Ibérica podemos consultar el resultado de estas políticas agrarias aplicadas, desde hace unas décadas, siendo perceptibles enormes extensiones de terrenos antes arables que en este momento están absolutamente dejados y llenos de maleza. De ahí que no debería extrañarnos, en el momento en que las llamas de los últimos incendios forestales invaden la puerta de nuestros pueblos ya que asimismo este modelo es el impuesto.
Catálogo vinculante de buenas prácticas medioambientales
La Comisión Europea protege su política de «reverdimiento», aduciendo que – por vez primera- los pagos directos a los labradores y ganaderos se condicionan a un catálogo legalmente vinculante de buenas prácticas medioambientales.
«Basado en las alertas que recibimos hasta la actualidad, media parta de los labradores de la UE están en este momento obligados a hacer prácticas medioambientales en el 80% de las explotaciones agrícolas», ha asegurado un representante de la UE en EurActiv.com.