El 96% de la área cosechada de lechuga en México, se hace en modalidad de riego
La lechuga (Lactuca sativa L.) es una planta de forma anual, diríase que ahora se consumía ya hace 2,000 años, ya que tiene sus orígenes en el sur de Europa y fue en la temporada romana que se expandió por el resto del conjunto de naciones Europeo. Hay referencias escritas sobre las variedades de lechuga que usaban los romanos, y en Egipto se tienen la posibilidad de localizar grabados de esta hortaliza en ciertos sepulcros del 4.500 a.
Antecedentes en general
La lechuga (Lactuca sativa L.) forma parte a la familia Asteraceae y es probablemente originaria de Asia Menor. Su empleo se remonta por lo menos a 500 años AC, e inclusive se han encontrado rastros de su empleo en viejos escritos de la civilización egipcia que datan del 4.500 AC.
Es la planta más esencial entre las hortalizas de hojas que se consumen crudas. Desde el criterio alimenticio, tiene un valor nutritivo poco, con un prominente porcentaje de agua; solo muestra un aporte de fibra y de vitamina Y también a la dieta humana. Aparte de su utilización como alimento, es viable admitir otras características como antitusígeno, tranquilizante y somnífero, todas y cada una socias a los principios activos presentes, lactucina y lactupicrina.
Requerimientos de Suelo de la lechuga
La lechuga es una planta que prospera en un suelo abundante en nutrientes y bien drenado. Es fundamental efectuar una preparación correcta en el campo antes de cultivar las semillas o trasplantar las plántulas jóvenes. Los labradores con experiencia reportan de que es útil cultivar el suelo y utilizar compost o estiércol bien podrido comunmente una semana antes del trasplante o la siembra directa. En la mayor parte de las situaciones, la lechuga elige un suelo fértil con un pH que fluctúa entre 6 y 6,8. Por tener plantas prósperas y buenos desempeños, los labradores eligen sostener el suelo regularmente húmedo. Los productores deberán efectuar un análisis de suelo antes de plantar. Se aconseja preguntar a un agrónomo con licencia local para conformar un plan de preparación de campo racional.
Las plantas de lechuga tienen un sistema de raíces poco profundas. Comunmente eligen sesiones de riego mucho más pequeñas pero mucho más usuales. A lo largo de los calurosos meses de verano, posiblemente debamos regar las plantas de lechuga todos y cada uno de los días y quizá ponerle sombra. Si no regamos de manera regular nuestras plantas a lo largo de esta temporada, las plantas de lechuga padecerán calor y la producción de semillas puede ser un inconveniente (la planta empieza a generar semillas). Consecuentemente, las hojas de lechuga tienen la posibilidad de transformarse en amargas. El empernado es en general irreversible y estas plantas no se tienen la posibilidad de comercializar. La mayor parte de los labradores usan sistemas de riego por aspersión o por goteo. Para sostener el suelo todo el tiempo húmedo, los labradores tienen la posibilidad de utilizar una cubierta delgada de mantillas en el suelo (consulte su agrónomo local autorizado). Las desviaciones repentinas a la humedad del suelo deteriorarán el desarrollo de la planta.