El Consejo Regional de Defensa de Aragón se creó como tal en el Pleno Increíble de la C.N.T. de Aragón, La Rioja y Navarra festejado en la ciudad de Bujaraloz el 6 de octubre de 1936. Este consejo fue conformado por 174 representantes de 139 ayuntamientos y de las milicias anarcosindicalistas que luchaban en el frente de Aragón. En la ponencia del pleno increíble se ha propuesto, desde un primer instante, el señalado componente cenetista Joaquín Ascaso Budría como presidente del Consejo de Aragón. Además de esto, para ofrecer pluralidad política a esta novedosa institución revolucionaria, se decidió que participaran las distintas fuerzas políticas y sindicales aragonesas en una proporción donde de cada diez representantes, uno fuera republicano y 2 fuesen de la U.G.T.
En un primer instante, ni republicanos ni ugetistas respondieron al ofrecimiento anarquista, conque desde el comienzo todos y cada uno de los sitios han quedado ocupados por componentes cenetistas. El primer gobierno quedó compuesto por Joaquín Ascaso Budría como presidente, Miguel Chueca Cuartero como asesor de Trabajo, Adolfo Arnal Francia en la consejería de Economía, Francisco Ponzán Vidal en Transportes y Comunicaciones, Miguel Jiménez Herrero como asesor de Información , José Mavilla Villa se encargó de la consejería de Agricultura, y por último Adolfo Ballano Bueno fue el asesor de Justicia y Orden Público. Todos estos consejeros aragoneses, tal como el resto de los 174 encargados que conformaban el Consejo de Aragón, procedían de todo el mundo académico (estos poderosamente influidos por las enseñanzas del jurista y economista aragonés Joaquín Costa) y de todo el mundo laboral (camareros, obreros, etcétera.) ).
El Consejo Regional de Defensa de Aragón se presentó desde la primera ponencia como un organismo habitual, nacido de la novedosa situación revolucionaria y del deseo de emancipación proletaria, resuelto a reglamentar la economía y la vida cultural, popular y política. Desde un primer instante, este nuevo organismo se encontró con la oposición tanto del Gobierno republicano como de la Generalitat de Catalunya. Nuestro presidente Manuel Azaña, en un alarde del tradicional elitismo liberal, desdeñaba a estos nuevos consejeros aragoneses refiriéndose a ellos como “trabajadores superiores a ministros”. La campaña comunista, dirigida por el secretario general del PCE en Aragón, no se realizó aguardar. No vacilaron en aliarse con el republicanismo liberal para organizar el nuevo “esquina” aragonés como una “novedosa Ucrania majnovista” y una organización apologista del delito, la crueldad y el terror.