En el momento en que las propiedades del ambiente lo dejan, y las lombrices de tierra hacen acto de presencia, la fertilidad química, física y biológica del suelo, resultan ser (si bien no en todos los casos) notoriamente mejoradas en orden a la producción agraria.
No obstante, ni son condición precisa, ni bastante, como acostumbra leerse en Internet. Por consiguiente, es imprudente señalar a los campesinos que son panacea y garante de buenas cosechas. Hay cientos de especies, de las que en la mayor parte de casos lo no conocemos prácticamente todo. No obstante, resultan ser, como las termitas y algunos géneros de hormigas, unos ingenieros del suelo excelentes, favoreciendo la porosidad, aptitud de infiltración, descomposición de la materia orgánica, aceleración del reciclaje de nutrientes merced al poder de haploidización-bioturbación (movimientos verticales de los materiales del suelo), etcétera.
Humanos sin naturaleza
Nuestra evolución humana fué viable solo por la existencia de la enorme pluralidad del resto especies presentes en la flora y fauna terrestre, merced a las que los humanos fueron capaces de conseguir alimento, abrigo y muchas otras bendiciones a las que sin lugar a dudas se les ha sacado el máximo beneficio viable, sin medir secuelas en la enorme mayoría de las situaciones, llegando aun a modificar totalmente el especial equilibrio de los ecosistemas y extinguir especies.
Esta práctica de aprovechamiento desmedido precisamente puede conducir hacia la pérdida total de enormes ecosistemas, con aciagas secuelas, no solo para la flora y fauna que la conforman, sino más bien para todas las otras maneras de vida que ya están en el mundo, introduciendo a los humanos, de los que se ha extensamente probado que no pudiésemos subsistir sin la presencia del resto especies, al tiempo que la naturaleza bien que podría arreglarlas con perfección para vivir en especial equilibrio sin nosotros, haciéndose mucho más que preciso no solo hacer y utilizar medidas con las que supervisar, achicar y resarcir los perjuicios causados por nuestra vida, sino más bien desarrollar al tiempo un estado de conciencia profunda sobre de qué manera los humanos afectamos todos los días a la flora y fauna y el castigo que le confiremos, con mucho más énfasis en el resto animales, para todos los que solamente empiezan a establecerse leyes que les logre resguardar del injustificable padecimiento que frecuentemente padecen.
Verme de tierra y sus provecho
El verme tiene la boca en el primer segmento del cuerpo, por donde ingiere la tierra y más tarde la expulsa. Esta tierra que expulsa es muy abundante en nutrientes que proceden de la descomposición de la materia orgánica como hojas y raíces.
El verme de tierra es escencial para la salud de nuestro suelo puesto que transporta nutrientes y minerales a la área a través de los desechos y túneles que excava oxigenan la tierra. Un verme puede comer cada día el semejante a una tercer parte del peso.