De todos y cada uno de los elementos que las especies vegetales precisan para medrar y realizarse, el agua es la más esencial. Los desbalances en el fluído, aun si son pequeños, tienen la posibilidad de perjudicar a procesos celulares que intervienen en la acumulación de materia seca y, como resultado, en la eficacia de los cultivos. Sugerencias del INTA para achicar las pérdidas.
Para Lucrecia Brutti –técnica del Centro de Investigación Suelos–, “el déficit de agua en el suelo es el primordial aspecto que impide que los cultivos alcancen el potencial de eficacia”.
El agua en el suelo
El déficit de agua en el suelo es el aspecto primordial que impide que los cultivos alcancen su capacidad de eficacia. El agua perjudica a la manera química donde los nutrimientos están en el suelo y en el momento en que sucede un déficit de humedad se reduce la disponibilidad de esos más allá de que se hallen en proporciones suficientes. A fin de que logren ser atraídos por la raíz y transportados por medio de la planta hacia los sitios donde van a ser metabolizados, los nutrimientos han de estar disueltos en el agua que se encuentra en los poros que se forman entre las partículas de suelo, esto es, en la solución del suelo, donde el agua actúa como resuelva y los nutrimientos actúan como soluto.
La proporción de lluvia y su distribución en el tiempo en un espacio o zona ciertos tienen la posibilidad de dejar que se alcancen desempeños perfectos en los cultivos o tienen la posibilidad de evitarlo. De este modo, los causantes que mucho más limitan la eficacia suceden en el momento en que el volumen de agua gracias a la lluvia o por irrigación es menor al requerimiento del cultivo, o en el momento en que se tiene poca disponibilidad de agua en los instantes de demanda máxima en combinación con suelos con baja aptitud para retener la humedad en forma libre. De igual forma, en suelos con baja aptitud para evacuar los excesos de agua se puede perjudicar a la eficacia, aun tan de forma negativa como sucede en el momento en que el agua libre es deficitaria.
5 virtudes de los sensores para medir humedad del suelo
1. Como se conocen las condiciones de humedad del suelo en el mismo instante, los tomadores de resoluciones del campo tienen la posibilidad de realizar y cambiar tácticas de manera mucho más oportuna.
2. Ayuda con la generación de big data, que posibilita la predicción de cambiantes de una estación a otra, a lo largo de todo el año.