La agricultura pertenece a la narración de España. Desde el instante en que se disparó la producción industrial en la época del siglo XX y desde el instante en que el país ingresó en la Unión Europea (1986), comenzó a recorrer el sendero hacia la modernización de esa actividad.
Si bien hace 30 años la población activa en la agricultura nacional era del 15 por ciento y el día de hoy está en escenarios del 5 por ciento, su eficacia ha incrementado, tal como la calidad de vida de los labradores.
Tabla 1: Sistemas de cultivo en la época del siglo XVIII según el catastro de Ensenada (%)
Regadio Secano Viña Olivar No cultivado V. Andarax 5,5 16,5 78 V. Almanzora 6 56 38 Los Vélez 2,5 75,3 23,3 Adra 3,9 23,6 1,4 70,9 Berja 4 18,4 1,5 75,9 Fundamenta 20,1 26,7 53 Huéscar 20, 2 61,3 5,1 15,6 Colomera 1,9 98,1 Illora 4,4 95,6 Montefrío 0,4 85,4 14,1 Santafé 53,8 38,7 7,2 Granada 84 11,6 1 , 3 2,4 Guadix 8,7 7,3 84 M. Cenete 2,1 15,4 82,4 T. Alhama 1,1 29,9 69 V. Lecrín 8,5 21 70,3 Valor 15,7 17 , 7 67,5 Almuñécar 30,8 49,4 19,8 Marbella 5 6,5 30 64,8 Vélez-Málaga 7,2 61,4 31,4 26,3 Frigiliana 14,3 21,4 64,3 42 , 7 Cómpeta 2,9 17,8 79,3 Axarquía 3 97 Jur. Málaga 0,4 40,5 42,4 16,7 Valdepeñas de Jaén 14 26 60 Trevelez 5,4 94,6 Aljarafe 13,5 36,8 49,7 Bollullos del C. 47 (Regadío+Secano) 18 2 Rocia (Regadío+Secano) 7 2 La Palma del C. 76 (Regadío+Secano) 7 8 Manzanilla 86 (Regadío+Secano) 23 9 Villalba 63 (Regadío+Secano) 8 8 Villarrasa 55 (Regadío+Secano) 4 Almonte 1 Regadío+Secano) 6 30 Hijos 6 0,5 30 Chucena 84 (Regadío+Secano) diez 0,5 Beas del C. 25 (Regadío+Secano) 9 Trigueros 73 (Regadío+Secano) 1,2 1 Niebla 28 (Regadío+ Secano) 3 San Juan 78,5 (Regadío+Secano) 2 Bonares 40 (Regadío+Secano) 7 1,5 Lucena 34 (Regadío+Secano) 3 3,5 Moguer 38 (Regadío+Secano) 37 8 Palos 8 (Regadío+ Secano) 15 Baena 68 Regadio+Secano) 12,9 4,8 Reino de Jaén 8,5
Aguas que suben, aguas que bajan
La actividad agrícola en el viejo Egipto se encontraba poderosamente condicionada por el accionar del río Nilo, cuyo cauce experimentaba fuertes crecidas cada un año que negaban los campos de sus riberas. Estas tierras continuaban anegadas a lo largo de largos periodos de tiempo; no obstante, al retirarse el agua, el limo depositado se transformaba en un increíble fertilizante que garantizaba una tierra increíblemente fértil.
Las crecidas del Nilo acostumbraban a celebrarse cerca del mes de junio. En ese instante, las tierras próximas al río quedaban absolutamente sumergidas y no era hasta el otoño, en el momento en que el agua remitía, que empezaba la temporada de siembra. Era entonces en el momento en que los labradores empezaban su tarea que, generalmente, se hacía entre un sujeto que lanzaba las semillas y otros que pasaban el arado o se ocupaban de hundir la semilla en el limo. La estación seca acostumbraba a llegar hacia marzo, y con ella se daba el trabajo de la cosecha.