Si bien en las últimas décadas la información y conocimiento que se tiene sobre las raíces ha aumentado a pasos de enorme, todavía está lejos de igualar lo que se conoce del accionar de la parte aérea de los cultivos en las distintas condiciones en las que se tienen la posibilidad de amoldar. La capacitación de un óptimo sistema radicular es dependiente de varios causantes, entre aquéllos que tenemos la posibilidad de nombrar tanto los propios de la genética de las plantas (clase, cultivar, producción de señales químicas internas o fitohormonas) como esos dados por el medioambiente (especificaciones físicas, químicas y microbiológicas del suelo, interacción con los microorganismos, entre otros muchos). De la misma forma influye el avance que exactamente la misma planta tiene con relación a estas condiciones, lo que transporta a la capacitación de compuestos (fitohormonas, aminoácidos, etcétera.) en las hojas que exactamente la misma planta emplea para alentar su sistema extremista.
Un óptimo sistema radicular frecuenta tener relaciones con una alta aptitud de absorción de agua y nutrientes, pero ciertos puntos de relevancia como la capacitación de compuestos de defensa, tolerancia a condiciones desfavorables y capacitación de fitohormonas que impulsan factores en la parte aérea son dejados de lado, si bien repercuten directamente en el desempeño de las plantas; factor que últimamente comenzó a tenerse presente, en tanto que años atrás no se consideraba como tal. Hoy día entendemos que alentar un óptimo sistema radicular es clave para conseguir una planta que ofrezca calidad y desempeño.
La sequía representa una grave amenaza para la producción agrícola. En condiciones de agobio hídrico, las raíces de las plantas dirigen su desarrollo hacia las ubicaciones del suelo que muestran humedad, lo que se conoce como “hidrotropismo”.
Hasta la actualidad se ignoraba de qué manera marcha esta aptitud de las plantas, pero en este momento, un aparato de investigación del Centro de Biología Molecular y Celular de Plantas (IBMCP) , centro mixto del Consejo Superior de Indagaciones Científicas (CSIC) y de la Facultad Politécnica de Valencia (UPV), ha reconocido el mecanismo molecular que regula el desarrollo destinado de las raíces.
El trabajo fué creado en colaboración con estudiosos de la Facultad de Fujian y otras universidades chinas. La raíz de una planta es el órgano que explora el subsuelo para hallar agua, formando la vía primordial por medio de la que el agua y los nutrientes son atraídos. De esta forma, al paso que el procedimiento zahorí es una pseudociencia, las plantas sí detallan una aptitud probada de regentar sus raíces en la dirección correcta para huír de zonas sin agua y buscar los nichos de humedad.
La fertilización y el riego tienen que dirigirse a la raíz
El sistema radicular es un ingrediente importante en el avance y la supervivencia de la planta, tal como del potencial productivo de los cultivos.