Los países se han puesto en compromiso a cumplir los Objetivos de Avance Sostenible (ODS), entre los cuales (el número 6) busca asegurar el ingreso universal al agua bebible segura y accesible para todos en 2030. Para hallar -lo, es requisito acrecentar la utilización eficaz de los elementos hídricos en todos y cada uno de los campos, incluyendo la agricultura, que representa el 69% del consumo de agua dulce en el planeta, enseña a Efeagro la subdirectora y jefe de Agua de la Organización de la ONU para la Nutrición y la Agricultura (FAO), Sasha Koo-Oshima. Según un informe de ONU, los países están lejos de lograr el ODS6 y es requisito cuadriplicar los sacrificios para lograrlo.
Una cantidad enorme de miles de individuos prosiguen sin tener un ingreso seguro al agua bebible, en especial en las áreas rurales y en los países menos desarrollados, al tiempo que faltan datos para valorar la calidad del agua y el régimen de las aguas residuales.
El 17% de los elementos hídricos fueron extraídos en términos globales, más allá de que hay visibles diferencias entre zonas, en tanto que en varias el nivel de agobio hídrico creció un 35% en las últimas 2 décadas. Además de esto, un quinto de las cuencas hidrológicas experimentan cambios veloces en las superficies cubiertas por agua, señalando crecidas de agua y sequías socias al cambio climático, según el informe.
Primordiales fuentes de suministro
El suministro de agua de riego se puede llevar a cabo por distintos fuentes que tenemos la posibilidad de dividir en:
- Aguas de área: son aguas que vienen de zonas naturales y artificiales puestas en la explotación o puestas en el exterior de exactamente la misma. Las fuentes naturales ajenas más habituales son lagos naturales, lagos artificiales, ríos y tutoriales de agua;
- Aguas subterráneas: son fuentes hídricas ubicadas en zonas lindantes de la explotación, que usan agua extraída a través de bombas de pozos o de fuentes hídricas naturales subterráneas;
- Acueducto: son fuentes de distribución artificial y que viene de redes recurrentes ajenas a la explotación, diferentes de las aguas de área;
- Aguas residuales refinadas: son fuentes hídricas que proceden de sistemas de depuración;
- Aguas desalinizadas: son fuentes hídricas que proceden de embalses salobres que, antes de usarse en agricultura, se tratan para achicar la concentración de sales;
- Aguas salobres: son aguas que proceden de embalses salobres caracterizados por un bajo contenido de sal y que, entonces, tienen la posibilidad de usarse de forma directa sin dar régimen de desalinización.