Introducción
Por muy increíble que logre parecer, la agricultura –el campo mucho más clásico y viejo de la actividad humana– se encuentra dentro de los clientes del servicio y usuarios primordiales para toda la gama de servicios de teledetección de la tierra que se complementan entre sí y también tienen dentro tecnologías de monitorización espacial y aparatos no tripulados o drones. Deseamos o no, el progreso de la tecnología no se detiene, por consiguiente cada uno de ellos debe explotar el instante y comenzar a emplearlos en su área.
Capacitación de calidad dada por expertos
Conclusiones
Durante ámbas unas partes de este producto, y a través de la explicación de un En caso real creado para un cliente, desde Agrostream hemos intentado argumentar la secuencia de toma de resoluciones mucho más correctas para la optimización de la parcela estudiada.
Con los datos analizados vía satélite fuimos siendo conscientes de múltiples errores en la parcela que más tarde testeamos presencialmente, en estos inconvenientes detectados se han tomado resoluciones como la resiembra por carecer de número de plantas al tomar una mala resolución de siembra y asimismo la realización de un mapeo de suelo en tanto que sin este último nos hubiésemos quedado en la área del inconveniente y le vincularíamos solo al cultivo implementado ahora las especificaciones ambientales del año en cuestión, en un caso así alfalfa , que siendo un cultivo plurianual nos sostendría el inconveniente en el tiempo.
La variabilidad espacial pertence a los desafíos a los que se encara el agricultor en el momento en que se expone un programa de fertirrigación para su parcela, más que nada tratándose de cambiar apps con pretensiones: la adopción de una misma estrategia para el grupo de una parcela heterogénea puede conducir a pérdidas de producción en parte por carecer de nutrientes o riego o sospechar un desperdicio e inclusive padecer daños en la cosecha ocasionados por exceso en uno o los dos. En el presente artículo se examinará la utilización de imágenes satelitales para regentar las actuaciones en el cultivo a través de un conocimiento previo de la parcela.
Caracterizar la variabilidad sería un primer paso para ofrecer un plan de administración. Hoy día hay libres a nivel comercial tecnologías capaces de ofrecer este primer paso, señalando y acotando zonas homogéneas en una área de cultivo. Hablamos de sensores de medida masiva de factores como la conductividad eléctrica aparente (ECa) que demostró ser un indicio efectivo y veloz de la variabilidad espacial en el suelo y relacionarla con la eficacia del suelo (Kitchen et al., 1999).
Otro enfoque que puede ser complementario es en el momento en que se emplea información georeferenciada sobre la planta, como es la situacion de la monitorización de las superficies agrícolas a través de mapas del cultivo. Es una información directa del avance, estado sobre nutrición, hídrico, sanitario o productivo del cultivo. Este grupo de medidas masivas del cultivo se basa primordialmente en la reflectancia de la cubierta vegetal, todas y cada una de las superficies absorben una parte de las longitudes de onda del fantasma de luz del sol y otra sección la reflejan.