en qué artículos de la agricultura se usa el esparto

La elaboración artesanal de las alfombras de esparto las transforman en elementos de enorme valor. Cada alfombra es una prenda única. Tienen unas características destacables que las transforma en artículos apreciadísimos y pedidos.

¿Por qué razón charlamos de usos habituales del esparto?

El esparto se ha designado a la cestería, el zapato y múltiples usos puesto que es muy maleable y deja su trabajo de forma realmente simple, reuniéndolo en sábanas (trences fabricadas de esparto), o en pleta, para trabajarlo más tarde.

El aprisco es el nombre que se da a una de las formas de trabajar el esparto, radica en hacer una tira ancha trenzada en, por lo menos, conjuntos de tres espartos.

Ciertas curiosidades que nos dejó el esparto

La Playa de los Cocedores, en Pulpí, lleva por nombre de este modo por el hecho de que era un espacio donde se dejaba ‘cocer’ el esparto (a fuego retardado) en el agua salobre a fin de que las fibras quedaran de un peculiar color blanco, gracias a las formaciones pedregosas de pequeñas balsas o piscinas naturales donde el agua se excita al quedar atascada. Aún entre las rocas quedan memorias de esos tiempos, como las grutas que eran usadas por los trabajadores y pescadores.

En la rica temporada minera de Almería se empleaban cestas o capazos de esparto, entre otros muchos, para cargar los minerales y las rocas que se extraían. Se han encontrado ciertos vestigios en muchas minas de la provincia que quedaron como exhibe para la gente que las visitan. Ciertos ejemplos son Bédar o la Mina Rica (Pulpí).

En Águilas (Murcia)

Mujeres picante esparto Los rebosantes espartizales del ambiente de Águilas favorecieron el avance de una esencial industria en la ciudad iniciada en el Siglo XVIII que va a ser hasta mediados del Siglo XX la primordial actividad económica que va a tener la población. El esparto pasaba por distintos fases antes de efectuarse la manufactura final.

Recolección. El esparto se recogía en el mes de septiembre tras la recoge de la almendra formando cuadrillas de trabajadores. Era una actividad dura que se hacía de mañana y tarde. Iban en hilera por la montaña arrancándolo realizando manojos. La herramienta para arrancar el esparto era el agarre. Era de hierro o madera de acebuche, teniendo la parte frontal sutilmente encorvada hacia arriba para ir pinchando la planta. El diámetro era de diez a 12 milímetros con una longitud de 30 centímetros, teniendo en la punta un encuentre. Iba poderosamente encerrado en la muñeca con una cuerda o correa con la que se rodeaba el esparto y se tiraba oblicuamente pisando el atcho para no arrancarla y estirando el mechón para dividir la vaina. La operación se repetía en todos y cada planta y en el momento en que el orden llegaba a cinco centímetros se dejaba en el suelo. Cada tres manojos formaban un rebaño y cada 12 un haz. La carga que se transportaba era de tres haces que tenían un peso de 12 kilos, cargándola en la espalda hasta la mula o burra para llevarla más allá. Los campesinos tenían las ganancias a medias con los dueños de la finca. La producción de un espartizal se hace en quintales de 46 kilogramos de esparto seco. El quintal se pagaba a unas doscientas pesetas. En el momento en que subía el valor, debían recogerlo por arrobas al precio que le ponían los hacendados. La actividad acostumbraba a tener como pago tres reales la arroba que tenía once kilogramos y medio. El pesaje se hacía en la propiedad que se hacía a través de romana. Las manadas iban siendo ubicadas una por una al sol, dándole la vuelta cada cierto tiempo antes de atarse para llevarse a la factoría en camiones que transportaban de siete a nueve mil kilogramos de esparto

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