el surgimiento de la agricultura y la vida sedentaria

Rafael Corteletti Círculos en el piso, como el que se encuentra en el lugar arqueológico de Campo Belo do Sul, marcan las áreas de celebración funeraria llamadas danceirosRafael Corteletti

Nuevos estudios arqueológicos pusieron a prueba la visión clásico sobre los pueblos indígenas del leño lingüístico ye, que habitaron una región comprendida entre el sur de São Paulo y el norte de Río Grande do Sul a lo largo de la primera mitad del pasado milenio. Excavaciones recientes, efectuadas en sitios de la meseta de Santa Catarina, señalan que estos conjuntos, de los que bajan los indios de las presentes etnias Kaingang y Laklãnõ/ Xokleng, no eran puros cazadores-colectores que llevaban una vida nómada, sin sitio de vivienda fija ni jerarquías sociales establecidas. Asimismo practicaban la agricultura y podían vivir a lo largo de largos periodos de tiempo en viviendas subterráneas, probablemente para protegerse del frío de la zona. Una línea de estudios recomienda asimismo que los proto-ie, así como los investigadores llaman hoy día a estos pueblos precolombinos, tenían un enorme conocimiento del ámbito natural, sabían en alguna medida llevar a cabo el manejo de los bosques de araucarias y eran capaces de dar forma el paisaje local. Las araucarias les aportaban, por poner un ejemplo, una sección esencial del menú: los piñones.

La revolución neolítica 

  Es la última etapa de la edad de piedra, entre el 9000 y el 6000 aC, en el momento en que los humanos pasaron de ponerse un límite a agarrar los modelos de la naturaleza, a alterarla para generar artificialmente nuevos géneros de elementos. En ese tiempo, los conjuntos humanos, en sitios y temporadas distintas y sin relación entre sí, comenzaron a entrenar la agricultura y la ganadería. Se ha planteado el desarrollo demográfico como posible gracias a la aparición de la agricultura; se estima que la población humana aumentó hasta tal punto que los elementos resultaban deficientes para agradar las pretensiones alimenticias.

¿Cuál fue la causa de este colapso? ¿Su encontronazo ambiental? ¿Enfrentamientos sociales? ¿Incapacidad para dar de comer a una población tan abundante?

Futuros trabajos en la región alta del yacimiento, donde se encuentra las fases finales de ocupación, dejarán emprender estas cuestiones.

El emprendimiento está comandado por estudiosos del CSIC, la Facultad Pontificia de Salamanca y la Facultad de Cantabria. La excavación, extracción y restauración de los suelos fueron financiadas por los Ministerios de Ciencia, Innovación y Universidades, el Ministerio de Cultura y Deporte y las Fundaciones Gerda Henkel y Palarq.

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