Para comprender la agricultura de hoy debemos entender de qué manera llegamos hasta aquí. Se conoce como revolución agrícola en los instantes de cambios en las técnicas agrícolas que causan enormes incrementos de la producción, la última es la famosa como revolución verde.
La revolución verde, tiene relación a una sucesión de indagaciones, desarrollos y también ideas de transferencia de tecnología (desde otros ámbitos de la industria), empieza en los años 40 pero resaltan las décadas entre los 60 y los 80, del siglo XX, incrementó la producción agrícola en el mundo entero.
Agricultura ecológica vs. usual: primordiales diferencias
En la agricultura clásico, el coste de las externalidades (o el valor de sus secuelas) en general no son contabilizados. Asimismo se valoran las ventajas en un corto plazo y necesita la intensa utilización de elementos no renovables. Por contra, la agricultura ecológica considera el encontronazo de los resultados consecutivos de la producción de alimentos, tal como los costos. Está fundamentada en la utilización de elementos renovables y prima por la conservación de los elementos no renovables, aparte de achicar el consumo en beneficio de sostenibilidad a medio y largo período.
Mientras que la agricultura clásico se enfoca a trabajar en parte importante con monocultivos continuos y una base genética angosta, la agricultura ecológica apuesta por la rotación complementaria y el policultivo. En este sentido, esta última busca la variedad de las especies, sabiendo su relevancia en el avance de un sistema coche sustentable.
España, ¿agricultura clásico o actualizada?
La agricultura pertenece a la crónica de España. Desde el momento en que se disparó la producción industrial en la época del siglo XX y desde el momento en que el país ingresó en la Unión Europea (1986), comenzó a recorrer el sendero hacia la modernización de esa actividad.
Si bien hace 30 años la población activa en la agricultura nacional era del 15 por ciento y el día de hoy está en escenarios del 5 por ciento, su eficacia ha incrementado, tal como la calidad de vida de los labradores.
Los romanos fueron renovadores en el avance de técnicas agrícolas.
Las referencias las han tomado eminentemente de los modelos propuestos por los sumerios. Con ellos se ingresó en la agricultura el arado de roma, lanzada por bueyes, las prensas de aceite, el regadío (molinos para el bombeo de agua), el drenaje de tierras, el abonado, el barbecho o la rotación de cultivos. Los primordiales cultivos eran los cereales como el trigo, el olivo, el viñedo y las leguminosas. Escena de recolección en la temporada romana
- El arado sobre ruedas en oposición al arado de roma: este dejaba abrir surcos al unísono que eliminar la tierra.
- Substituir el toro por el caballo para labrar los campos: dejaba trabajar mucho más veloz y orear mejor el suelo.
- La rotación trienal, que consistía en cambiar los cultivos en tres parcelas distintas: 2 con cultivo de cereal o leguminosas y el otro en barbecho, en rotación a lo largo de tres años. De esta forma se incrementó la eficacia y diversificación de los terrenos.