descenso de los ocupados en el año 2016 agricultura

La tasa de paro en el campo agropecuario se redujo en un 6,2%, esto se origina por la creación de nuevos cargos laborales, donde 32 mil nuevos trabajos son asalariados. En todo el país las zonas que lideran la creación de nuevos empleos agrícolas resaltan el Maule y La Araucanía. Le prosiguen O’Higgins, Bío-bío, Magallanes y Coquimbo en segundo orden.

Las zonas de Los Lagos, Los Ríos y Atacama muestran un descenso en los trabajos en exactamente el mismo periodo del año pasado. La Zona Metropolitana, muestra una mayor reducción, con prácticamente 5 mil puestos menos que hace un año atrás.

Este aumento se ha debido, por una parte, al desarrollo del 4,4% de la producción agraria que alcanzó los 5.585 millones de euros, ahora la disminución del 1,6% de los consumos intermedios, situándose 3.418 millones de euros. Además de esto, las exportaciones solo agrarias se acrecentaron un 1,5% y alcanzaron los 1.009 millones de euros

El Consejo de Gobierno ha popular esta mañana la primera estimación de la coyuntura económica del campo agrario de Castilla y León en 2016, que revela un accionar positivo de la agricultura, la ganadería y la agroalimentación en la Comunitat, lo que ayuda, consecuentemente, a la optimización de su coyuntura económica. El primordial indicio del accionar del campo agrario español y leonés es la Renta Agraria, que se ha aumentado un 13,7%, en frente de 2015, superando los 2.340 millones de euros, lo que piensa un incremento de cerca del doble del que ha experimentado en todo el país, que fué del 6,9%. Esta subida hay que, en buena medida, al desarrollo de un 4,4% de la producción agraria, que alcanzó los 5.585 millones de euros –sobre la media nacional que se situó en el 2,9%– ahora una rápida disminución del 1,6% de los consumos intermedios, que alcanzaron los 3.418 millones de euros –al paso que en todo el país han descendido un 0,9%–. El incremento de la producción agraria de Castilla y León señala una inclinación al desarrollo en estos 2 últimos años. Fué, en un caso así, la producción agrícola el enorme motor con un aumento del 13%, alcanzando los 2.605 millones de euros, al tiempo que la producción ganadera ha experimentado un rápido descenso del 2,4% hasta situarse en 2.617 millones de euros.

Castilla y León registró este accionar positivo debido, primordialmente, a la buena cosecha de cereales de invierno, que ha contrarrestado una menor producción de maíz, alentada por el exceso de lluvias vernales que va evitar siembras y forzó la utilización de ciclos productivos mucho más cortos de los comunes. En grupo, la producción total de cereales se situó en 9 millones de toneladas, un 28% mayor a la de 2015, con una opinión de 1.378 millones de euros. El esencial peso que los cereales tienen en la producción agrícola de la Comunitat –el 50% de exactamente la misma– y en la producción agraria –el 25%– transforma a este ámbito en la clave de esta evolución efectiva. En el desarrollo de la producción agrícola de 2016 asimismo ha contribuido el accionar de la patata, favorecido por los buenos costos de la campaña, un 39% mucho más, tal como por un rápido aumento de la producción del 4,3%, lo que ha supuesto un valor de 217 millones de euros, un 45,6% mucho más que en 2015; aparte de la buena cosecha de uva para vinificación y el aumento de sus costes, alcanzando los 262 millones de euros en su grupo, o sea, un 42% mucho más que el año previo. En lo que se refiere a la producción ganadera, mucho más permanente en el tiempo que la agrícola, estuvo condicionada por el desarrollo a ámbas producciones animales mucho más esenciales en Castilla y León: el porcino, con 899 millones de euros, que registró un aumento del 5,8%, y el vacuno de carne, que alcanzó los 572,5 millones de euros con un incremento del 2,4%. En grupo, los dos campos suponen el 56% de la producción ganadera de la red social. Además de esto, la bajada del precio de los piensos, de la energía y de los fertilizantes, que suponen prácticamente el 75% de los costos en el campo, ha animado el descenso de los consumos intermedios hasta los 3.418 millones de euros. El valor de los piensos, el mayor gasto –que consigue el 54% del total–, aumentó un 0,7% en el 2016 hasta los 1.829,9 millones de euros por un mayor consumo acompañado de bajada de costos, al tiempo que los fertilizantes vivieron un descenso del 14% hasta los 415,9 millones de euros. En la situacion de la energía, la disminución fue del 6% y alcanzó los 259,6 millones de euros. El resultado ha producido que el Valor Añadido Salvaje del ámbito agrario –la diferencia entre la producción agraria y los consumos intermedios– haya ascendido, en 2016, hasta los 2.166,9 millones de euros, con un aumento del 15,4% en relación a 2015 y del 4,4% en relación a la media en los últimos seis años, lo que ha causado una mayor contribución al Producto Interior Salvaje (PIB) regional. Este desarrollo fué, además de esto, mayor a la media nacional que se situó en el 6,3%

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