Se estima que el 70% de la huella hídrica en todo el mundo está relacionada con lo que se come, según la Organización de las ONU para la Nutrición y la Agricultura (FAO). Para generar alimentos se necesitan gigantes proporciones de agua, y la carne es el producto que mucho más litros precisa para su elaboración (15.400 litros de agua para generar 1 kilo de ternera; 8.700 litros por 1 kg de cordero; cerca de 6.000 litros por 1 kg · de cerdo y 4.300 litros para 1 kg de pollo).
La huella hídrica (HH) es un indicio medioambiental que define el volumen de agua dulce total utilizada para generar los recursos y servicios que frecuentemente consumimos (como sujeto, red social o compañía). El HH se utiliza para tomar conciencia del consumo de agua que requerimos en nuestras ocupaciones y, por consiguiente, se emplea de base para hallar una administración mucho más eficaz de este recurso.
La relación entre Agua y Agricultura en 4 datos
Los alimentos de un individuo necesitan 0,23 hectáreas y 3.000 litros al día.
La agricultura emplea el 11% de la área de la tierra, el 70% de las extracciones de agua y representa el 30% del consumo total de energía. El regadío es el primordial empleo cuantitativo del agua en todo el mundo.
El chocolate, entre aquéllos que dejan mucho más huella
Otras instituciones dedicadas al encontronazo en los elementos hídricos del mundo que tienen los alimentos, como Water Footprint Network, apuntan de forma directa otros artículos vegetales con un alto consumo de agua. El té, por poner un ejemplo, necesita 8.860 litros por kilo cultivado. Si bien es el chocolate el que centra todas y cada una de las miradas de los científicos con un consumo de agua por cada kilo de 17.196 litros según esa organización. En el lado contrario, las cucurbitáceas –calabazas, pepinos o melones– están entre las mucho más sostenibles variedades de cultivo. Un kilo de pepino, por poner un ejemplo, necesita 353 litros.
Las naranjas, cuyo cultivo domina el levante y una parte del sur peninsular, precisan algo menos que los aguacates: 560 litros por kilo. La reina de la sostenibilidad es la patata: 287 litros por kilo. El mencionado arroz, en cambio, sobrepasa con creces a su contrincante como alimento básico en el planeta con 2.497 litros por cada kilo. El maíz está a medio sendero entre los dos con un número de 1.222 litros por idéntica cantidad. En lo que se refiere al azúcar hay diferencias visibles según su origen: la lograda de procesar remolacha supone un gasto de agua de 920 litros por kilo; la que viene de la caña incrementa hasta los 1.782 litros.