1. Origen de la agricultura. De entrada la raza humana vivía de la pesca, cacería y recolección de frutos, pero hace cerca de diez.000 años el hombre comenzó a cultivar la tierra, pues lo que se hacía no era bastante para dar de comer a la población que iba medrando.
El comienzo de la agricultura fue en Oriente Medio y en el Mediterráneo. Las indagaciones revelan que el trigo y la cebada comenzaron a cultivarse en Siria, introduciendo la Mesopotamia entre los ríos Tigre y Éufrates y se extendía, pasando por Líbano y también Israel hasta el Valle del Nilo, según las pruebas a carbón 14.
LA AGRICULTURA EN LA ANTIGÜEDAD
El análisis de la agricultura desde la mirada económica en el periodo heleno debe comprenderse según los factores filosóficos que orientaron el orden económico de la temporada: I – Predominio general sobre lo especial, esto es, el confort individual subordinado al confort colectivo; II – Igualdad ética, en este sentido el Estado heleno ideal estaría conformado por un cierto número permanente de pobladores, lo que facilitaría la preservación del orden popular; y III – desprecio por la riqueza, con lo que el aspecto fundamental del humano es su alma, seguido del precaución del cuerpo y, para finalizar, la riqueza.
El pensamiento filosófico en Grecia influirá en buena medida en las críticas económicas que brotaron en ese instante. La corriente individualista que enfrenta las causas del Estado y las del sujeto critica el desprecio por la riqueza y también comienza la rehabilitación de la actividad laboral. Otra vertiente individualista, cuya primordial exponente fue Aristóteles, critica el comunismo de Platón. No obstante, aun en conflicto con Platón, en lo que se refiere a la manera de organización popular protegida por este pensador, Aristóteles se aproxima con relación a el desprecio por la propiedad privada y la independencia individual. Esta visión de la economía ofrece un control demográfico para sostener el predominio del Estado sobre el sujeto. Aparte de estas 2 visiones de la economía mentadas, se encontraba la corriente socialista que tenía a Platón como su primordial formulador. Aboga por la estructuración de un estado ideal, donde impere la justicia y el ciudadano dedique el máximo tiempo a la actividad política ahora los estudios de filosofía. De esta manera, los matices económicos tienen que limitarse al mínimo preciso. El trabajo manual no está incluido en esa composición socialista, los mercaderes y artesanos son ignorados y el agricultor es importante para el sistema.
Los principios de la agricultura y la ganadería se remontan al Neolítico. Las ocupaciones depredadoras, como la caza y la recolección, fueron reemplazadas pausadamente por otras de carácter productivo como la domesticación de animales y el cultivo de la tierra. De esta forma, las sociedades fueron abandonando de a poco el nomadismo para transformarse en sedentarias y productoras de alimentos.
Oriente Central, eminentemente Mesopotamia y Egipto, es la región geográfica llamada “Crecent Fèrtil”, donde se muestran los primeros signos de neolitización: cambios en la manipulación de la piedra y surgimiento de la primera agricultura y ganadería.
- El arado sobre ruedas en oposición al arado de roma: este dejaba abrir surcos al unísono que eliminar la tierra.
- Substituir el toro por el caballo para labrar los campos: dejaba trabajar mucho más veloz y orear mejor el suelo.
- La rotación trienal, que consistía en cambiar los cultivos en tres parcelas distintas: 2 con cultivo de cereal o leguminosas y el otro en barbecho, en rotación a lo largo de tres años. De este modo se incrementó la eficacia y diversificación de los terrenos.
¿Cuáles fueron las primeras civilizaciones agrícolas?
Se conoce como civilizaciones agrícolas aquellas que dependen de la generación de alimentos a través de el cultivo del suelo, esto es, aquellas que ejercitan la agricultura como primordial actividad de acompañamiento de su población.
Este término es singularmente esencial en lo que se refiere a la prehistoria de la raza humana, ya que la invención de la agricultura supuso un enorme cambio en los patrones y formas de proceder de la sociedad humana ancestral, llevándola entre otras muchas cosas a dejar el nomadismo y asentarse en un mismo lugar a lo largo de toda la vida.