- Monocultivos masivos. Como los cultivos de trigo, maíz y cebada en las llanuras estadounidenses, o la soja en las argentinas, hablamos de monocultivos de mucha rentabilidad premeditados tanto al consumo de adentro como a la exportación y que pese a estar enormemente mecanizados, generan daños ambientales y depauperan la clase al elegir siempre y en todo momento semillas de bioingeniería y emplear agrotóxicos (abonos, pesticidas, etcétera.).
- Agricultura de invernadero. Lleva por nombre invernadero a sitios cerrados y de condiciones climáticas controladas, en general con transparencia para aceptar la entrada de la luz del sol pero evitar la dispersión del calor. Son extensamente usados para el cultivo intensivo de determinadas especies vegetales, utilizando el tiempo simulado para impulsar su eficacia.
- Agricultura hidropónica. Se usan resoluciones minerales para cultivar las plantas, en vez de suelo propiamente. A veces se usa una materia inerte como soporte de las plantas, en otras ocasiones de manera directa el agua, donde se vierten las substancias primordiales para el desarrollo vegetal.
- Agricultura de regadío. Empleando sistemas automatizados de riego, se sostienen escenarios de humedad propicios para el cultivo de ciertas escasas variaciones vegetales, admitiendo de esta forma proveer todo el tiempo estos alimentos sin precisar coordinar las temporadas de lluvia y sequía.
- Cultivos florales comerciales. La industria de las flores asimismo tiene su variación intensiva, por medio de amplios rosales, plantaciones de girasol u otras flores muy codiciadas, tanto para arreglos estéticos para trabajos de perfumería. Esto incluye cultivos aromatizados, como el de la lavanda, que requieren la preparación incesante de los suelos para acelerar la floración y de las plagas para eludir que la arruinen.
- La finca. Reuniendo ocupaciones pecuarias (ganadería vacuna, porcina, aviar) con la agricultura, este modelo de avance explota el abono natural de los animales y los restos vegetales de la cosecha como alimento, para apuntar a una suerte de ecosistema artificial donde distintos procesos se retroalimenten.
- Agricultura del secano. Dado su poco margen de precipitaciones o de hidrografía favorable, este género de cultivos frecuenta elegir los frutos de invierno, que encajan con la temporada de mayor humedad (trigo, cebada, centeno), puesto que solo se usa esta fuente de agua natural.
- Sembradios de arroz en Asia. Los mayores productores de este grano en el planeta son los países asiáticos, más que nada China y también India, y lo realizan en humedales largos que necesitan mucha mano de obra y parcialmente poca intervención mecanizada. No obstante, la producción de arroz china alcanzó en 2010 las prácticamente 200 millones de toneladas.
- La agricultura de subsistencia.
Un caso de muestra quizás algo radical, puesto que el sembradío, conuco o huerto familiar provee solamente a fin de que sobreviva una familia y cambie o venda el excedente con sus vecinos. Es quizá el punto agrícola mucho más distanciado de las pretensiones del mercado mundial de la nutrición y, por consiguiente, no necesita solamente intervención tecnológica ni insumos.
- Los sembradios ecológicos. Hablamos de variaciones de la agricultura extensiva cuyo propósito es prescindir de todo género de contaminantes y maquinarias, apostando por artículos lo mucho más naturales viable, que en vez de volumen brinden al mercado calidad alimenticia.
El accionar del agua en el suelo no en todos los casos prosigue un patrón de infiltración.
En #olivar de secano, la medición con sensores juega un papel esencial en el momento de revisar la penetración del agua en distintas profundidades. En el emprendimiento #ResOILent, respaldado por Horizon 2020 GEN4OLIVE, desde BrioAgro España estudiamos sensores capacitivos el accionar de la humedad a distintas profundidades según el estadio del cultivo, situándonos en región de mayor volumen radicular y en región de percolación.
¿Qué es la agricultura extensiva?
La agricultura extensiva es un sistema de cultivo de cultivos que emplea pequeñas proporciones de mano de obra y capital en el área de tierra cultivada. El desempeño de los cultivos en la agricultura extensiva es dependiente eminentemente de la abundancia natural del suelo, el medioambiente, el tiempo y la disponibilidad de agua. Es la utilización de enormes proporciones de mano de obra y capital, deja emplear fertilizantes, insecticidas, fungicidas y herbicidas y plantar, cultivar y, de manera frecuente, cosechar mecánicamente. Ya que la agricultura extensiva genera un desempeño menor por unidad de tierra, su empleo comercial necesita enormes proporciones de suelo para ser productivo. Esta demanda de tierra quiere decir que la agricultura extensiva se hizo donde los valores de la tierra son bajos en lo que se refiere a trabajo y capital,
- Se precisa menos mano de obra por unidad de área para cultivar enormes áreas, singularmente pues la costosa perturbación de la tierra está absolutamente eliminada.
- La mecanización se puede emplear con mayor efectividad en áreas enormes y llanuras.
- Una mayor eficacia a través de obra significa en general costos de los artículos mucho más bajos.
- Inferiores requerimientos de insumos como fertilizantes.
¿Qué es la agricultura extensiva?
Por agricultura extensiva comprendemos aquella práctica agrícola que supone un empleo con limite de maquinaria, modelos y energía, esto es, se apoya en la utilización de los elementos naturales.
La meta de esta clase de agricultura es aumentar al máximo la producción con escasos elementos, acatando el medioambiente. De ahí que, se precisan enormes superficies de tierra, que logren regenerar los elementos naturales de forma fácil, es particular el suelo.
Conclusiones Agricultura Intensiva – Agricultura Extensiva
Es esencial distinguir las dos costumbres de cultivo agrícola puesto que son completamente opuestos. De esta forma, la diferencia primordial es que la agricultura intensiva usa técnicas que maximizan la producción al tiempo que la agricultura extensiva no.
Los dos modelos tienen virtudes y desventajas que tienen que apreciarse según los objetivos de la explotación. Entre estas virtudes resaltan una mayor eficacia en la agricultura intensiva y un mayor precaución del medioambiente en la situacion de la agricultura extensiva.