Las cartillas agrarias fueron concebidas en los instantes finales de la Ilustración de españa como reales libros de artículo para la difusión de la actualizada ciencia agronómica entre los campesinos. Su enorme inspirador fue Jovellanos.
Entre los medios para sobrepasar los estorbos que impedían el avance de la agricultura en España, recogidos en su popular Informe sobre la Ley Agraria, y que dependían de los agentes que se dedicaba a esta actividad económica, Gaspar Melchor de Jovellanos presentaba, primeramente, la necesidad de enseñar a los dueños y los campesinos. La enseñanza de los dueños se impartiría en institutos esparcidos por ciudades y villas. En estos centros se enseñarían matemáticas y más que nada ciencias físicas para aplicarlas prácticamente. Para los campesinos tampoco debían establecerse academias o cátedras concretas de agricultura. El creador pensaba que era absurda la iniciativa de que a los campesinos se les pudiese sostener a la especialidad de cualquier estudio. En este sentido, parecía encajar con las críticas conservadoras del botánico más esencial actualmente, Casimiro Gómez de Ortega, que pensaba que era inútil enseñar a los campesinos, pero, en contraste a este, la necesidad de accionar y el ánimo mucho más progresivo del asturiano le impidieron ser tan fatalista, con lo que creyó que algo podría hacerse y, de esta manera, apareció la iniciativa de las cartillas agrarias.
Tabla 1: Sistemas de cultivo en la época del siglo XVIII según el catastro de Ensenada (%)
Regadio Secano Viña Olivar No cultivado V. Andarax 5,5 16,5 78 V. Almanzora 6 56 38 Los Vélez 2,5 75,3 23,3 Adra 3,9 23,6 1,4 70,9 Berja 4 18,4 1,5 75,9 Fundamenta 20,1 26,7 53 Huéscar 20, 2 61,3 5,1 15,6 Colomera 1,9 98,1 Illora 4,4 95,6 Montefrío 0,4 85,4 14,1 Santafé 53,8 38,7 7,2 Granada 84 11,6 1 , 3 2,4 Guadix 8,7 7,3 84 M. Cenete 2,1 15,4 82,4 T. Alhama 1,1 29,9 69 V. Lecrín 8,5 21 70,3 Valor 15,7 17 , 7 67,5 Almuñécar 30,8 49,4 19,8 Marbella 5 6,5 30 64,8 Vélez-Málaga 7,2 61,4 31,4 26,3 Frigiliana 14,3 21,4 64,3 42 , 7 Cómpeta 2,9 17,8 79,3 Axarquía 3 97 Jur. Málaga 0,4 40,5 42,4 16,7 Valdepeñas de Jaén 14 26 60 Trevelez 5,4 94,6 Aljarafe 13,5 36,8 49,7 Bollullos del C. 47 (Regadío+Secano) 18 2 Rocia (Regadío+Secano) 7 2 La Palma del C. 76 (Regadío+Secano) 7 8 Manzanilla 86 (Regadío+Secano) 23 9 Villalba 63 (Regadío+Secano) 8 8 Villarrasa 55 (Regadío+Secano) 4 Almonte 1 Regadío+Secano) 6 30 Hijos 6 0,5 30 Chucena 84 (Regadío+Secano) diez 0,5 Beas del C. 25 (Regadío+Secano) 9 Trigueros 73 (Regadío+Secano) 1,2 1 Niebla 28 (Regadío+ Secano) 3 San Juan 78,5 (Regadío+Secano) 2 Bonares 40 (Regadío+Secano) 7 1,5 Lucena 34 (Regadío+Secano) 3 3,5 Moguer 38 (Regadío+Secano) 37 8 Palos 8 (Regadío+ Secano) 15 Baena 68 Regadio+Secano) 12,9 4,8 Reino de Jaén 8,5
Especificaciones políticas del Viejo Régimen
El Viejo Régimen se caracterizó por el acrecentamiento del poder de la poder ser déspota (dominante a los poderes feudales a lo largo del reinado de los Reyes Católicos) a transformarse en absoluta (con los Austrias y, terminantemente, ahora con los Borbones). Los poderes del estado se concentraron a cargo del rey (dirección política y del ejército, administración de justicia, lugar de impuestos y servicios) en menoscabo de las Cortes de representación estamental, las autoridades locales y las instancias feudales .
La unión dinástica de Castilla y Aragón con los Reyes Católicos y la gran herencia territorial recibida por Carlos I brindaron origen a una monarquía prácticamente confederal, consistente en la unión de distintas entidades políticas independientes a la persona del monarca . De este modo, los diferentes reinos de la Monarquía Hispánica sostuvieron sus fueros, esto es, sus legislaciones, instituciones, monedas y fronteras propias, teniendo únicamente en común la figura del rey, cuyos poderes cambiaban bastante de un territorio en otro. Los enormes poderes que tenía en Castilla y los elementos que proceden de Indias concluyeron una progresiva castellanización de la monarquía.