Los cultivos de regadío están expandidos internacionalmente, pero más que nada son recurrentes en zonas calurosas donde no hay mucha lluvia, con lo que la agricultura de secano no es una alternativa. Antes de comenzar a trabajar con este género de cultivo es esencial comprender las pretensiones de las condimentas: cuánta agua precisan o que suelo necesitan. Así mismo vamos a poder conseguir desenlaces considerablemente más perfectos. Entre los cultivos mucho más populares en los que se emplea el sistema de regadío disponemos el arroz, vid, frutales u hortalizas. En España los mucho más populares son la cebada, remolacha, centeno, maíz, patatas, tomate, cebolla, y como es natural, almendro y olivo.
Si bien en la situacion del almendro es frecuente tanto la agricultura de secano como la de regadío, no es una duda de que en el segundo caso la eficacia es considerablemente mayor. Se estima que con un riego profundo tenemos la posibilidad de conseguir una cantidad por una hectárea de hasta 30 ocasiones mucho más que en el caso de secano.
Origen de la agricultura de plantación
Este procedimiento de cultivo tuvo su enorme apogeo en el siglo XIX con la revolución industrial. Este suceso aceleró la modernización de la agricultura empleando para beneficiarles la app de avances en tecnología que llevaron a la mecanización de las trabajos de siembra y recolección.
Hoy día, es una actividad sustentada económicamente por enormes internacionales que invierten en la producción de monocultivos que se cultivan en zonas concretas y que tienen enorme demanda en el mercado en todo el mundo para su consumo o para el procesamiento de sus derivados. Se identifica por:
Polución por nitratos
Los nitratos están compuestos eminentemente por nitrógeno y pertenecen a los suelos y las aguas de manera natural. Pertenecen a los nutrientes escenciales de las plantas y de otros varios seres vivos. Como tal, los nitratos son muy ventajosos y también esenciales para la agricultura de regadío. El inconveniente lo podemos encontrar en el momento en que se contribuye un exceso de nitratos en el suelo, como a través del agua de los sistemas de riego, que tienen la posibilidad de ocasionar la polución de las aguas para consumo humano, de las aguas subterráneas o de las aguas superficiales .
El exceso de nitratos en las aguas de consumo humano puede ocasionar problemas médicos a quienes las consumen. Un agua con mucho más de cien miligramos de nitratos por litro se consideraría un agua no potable. Este inconveniente, si bien poco común, puede darse en zonas de agricultura intensiva o de regadío por la considerable suma de nitratos aportados al suelo a través de abonos y riegos.
Con o sin vivero
Las plantaciones cuyo ciclo vital sobrepasa el año de duración tienen la posibilidad de tener la contribución o no de un vivero.
Los cultivos sin vivero tienen una semilla o propágulo que no se va a mover del rincón donde se puso en un inicio, esto es, no se trasplanta. Entre los casos de plantaciones sin vivero es la caña de azúcar.